SOBRE COMUNISMO ANÁRQUICO Y MOVIMIENTO OBRERO EN EMILIO LÓPEZ ARANGO

 



Por Pedro Peumo.

Emilio López Arango, uno de los primeros secretarios de la Asociación Continental Americana de Trabajadores (ACAT-AIT), nos propone como finalidad revolucionaria una sociedad organizada a través del comunismo anárquico. 

El comunismo anárquico no es una forma de dictadura ni de imposición de un sistema económico único, sino la expresión libre y espontánea de la solidaridad humana. Propugna la abolición del Estado, de la propiedad privada y de toda jerarquía, para reemplazarlos por federaciones de productores, organizados en comunas libres, a la manera de Kropotkin, donde cada cual contribuirá según sus capacidades y recibirá según sus necesidades, sin necesidad de leyes coercitivas ni organismos de poder que perpetúen privilegios. Además plantea toda una forma de organización del movimiento obrero anarquista donde las sociedades de resistencia y las federaciones obreras regionales no solo son organismos de lucha económica frente a la patronal, sino que también organizaciones sociales donde los obreros y sus familias solventen todas sus necesidades.

En palabras de López Arango:

"Nosotros no forzamos a los obreros de un oficio o de una industria, por el hecho de tener idénticos intereses como asalariados, a plegarse a nuestras organizaciones. Preferimos prescindir del vínculo de clase para unir a los trabajadores de acuerdo con sus ideas."

"El sindicato es un medio, no un fin. No basta con agrupar a los trabajadores en torno a sus reivindicaciones económicas, sino que es necesario imprimir a la lucha obrera un carácter revolucionario, que no se limite a la mejora de las condiciones de vida bajo el capitalismo, sino que apunte a la supresión de este y de toda forma de opresión."

"El sindicalismo puro es incapaz de destruir el Estado porque, al organizarse sobre bases exclusivamente económicas, no combate todas las formas de autoridad. Los anarquistas, por el contrario, luchamos contra todas las instituciones que perpetúan la esclavitud moderna, sean políticas, económicas o morales."

"La base de la organización sindicalista está en el principio de centralización industrial —y no en la descentralización de esas monstruosas empresas y trusts financieros que destruyen las características del comunalismo—, con lo que se llegaría, después de la revolución, a crear un Estado sindicalista cuyas células estarían representadas por cada una de las ramas industriales injertadas en el tronco capitalista."

"No es posible olvidar este principio elemental de nuestra ideología: la organización comunista de una sociedad de hombres libres, debe tener por base a la comuna. El sindicalismo no tiene en cuenta la existencia de esos grupos autónomos de individuos, verdaderas células del organismo social, porque para los 'materialistas históricos' las diferenciaciones éticas y étnicas están subordinadas al entrelazamiento creado entre los pueblos de una región o de varias regiones por una industria cualquiera.  

(De "Ideario", recopilación de artículos de López Arango aparecidos en el periódico "La Protesta", y extractos de "El anarquismo en el movimiento obrero" escrito por López Arango y Diego Abad de Santillán).


PEDRO PEUMO. 2025
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